Los nenes con los nenes y las nenas con las nenas al principio, para variar. Pero todos divertidos y alegres. El frío pasó a segundo plano... no era para menos.
Las chicas de hockey tomaron la iniciativa y formaron un "confecionario". Uno por uno, los rugbistas, iban cayendo en sus garras para ser interrogados de variados temas.
Castellón fue uno de los más requeridos. Entre risas y preguntas picantes, el confesionario de las chicas sirvió para conocer más a sus hermanos de fuego. Para la próxima, queda pendiente el de los hombres y "las llamitas" pasarán una por una por el interrogatorio.
Llegó la torta y se abrió paso en la mesa entre cadáveres de fernet y cerveza... y soplaron la velita Abel, Pichón, Pepi y Nancy.
Algunas parejas nuevas se formaron entre nuestros jugadores y jugadoras, pero algunas aún no quieren dar la cara. En este caso, se esconden tras la bebida.
Felicidades, Jenecherú... la familia está unida para siempre y comparte un corazón de oro.